“El país lleva dos décadas de intentos sin éxito para mejorar el servicio y desde el año 2020 se hizo una nueva apuesta que EPM decidió asumir.”
En la participación del XXV Congreso Andesco, en la ciudad de Cartagena, escenario donde el gerente general de Afinia recordó las transiciones que desde hace dos décadas ha tenido el servicio de energía en la región Caribe y los aportes que la compañía está haciendo a través de un robusto plan de inversiones que hoy permiten brindar a los clientes lo que él define como un servicio con mayor continuidad, estabilidad y confiabilidad.
“En el periodo comprendido entre octubre del año 2020 y diciembre de 2022, es decir, en 27 meses logramos hacer inversiones superiores a las realizadas en los últimos 10 años, inversiones cercanas a los 1.2 billones de pesos. La mejor inversión hecha por la antigua empresa operadora de energía fue en el año 2011 por el orden de los 146 mil millones de pesos y Afinia en un poco más de 2 años invierte 1.2 billones de pesos. Para 2023 las inversiones apuntan a llegar a los 850 mil millones de pesos”, expresó el Gerente.
Recordó que en el año 2020 cuando el Grupo EMP entró a operar en la región a través de Afinia, los indicadores de recaudo se encontraban en un 78%, las pérdidas de energía en 27% y los indicadores de calidad del servicio en 112 horas promedio de interrupciones por cliente al año.
Todas estas inversiones han dado lugar a que el servicio mejore y a que las horas de interrupción del servicio que en el 2019 estaban en 112 horas al año en promedio por cliente, en el 2022 cerrarán en 74 horas. Estos avances han sido muy importantes, a los que se suma el tema de reducción y control de pérdidas, que de 27% se redujo hoy a 26%.
Lastra Fuscaldo destacó varios retos que se deben afrontar en la región para prestar un mejor servicio de energía, como es el consumo, dado a que en la costa es muchísimo mayor al resto del país, lo cual tiene un fuerte impacto sobre el salario mínimo.
La opción tarifaria y la pobreza son aspectos importantes para resolver. “El mayor porcentaje de nuestro mercado se encuentra en los estratos 1 y 2, en la costa hay altos niveles de desempleo y una gran incidencia de la pobreza. A través de encuestas que hemos realizado encontramos que estas familias eligen alimentarse y no pagar el servicio de energía” manifestó.
Otro reto es el Fenómeno del Niño, dado a que este impacta los precios del kilovatio, que se incrementa y aumenta la tarifa. La transición energética es otro desafío, utilizar energías limpias, que van de la mano de la necesidad de tener una infraestructura eléctrica moderna y, para lo cual, se deben realizar inversiones.