En su columna de hoy, Alvaro Morales de León, ratifica su posición sobre el sistema de transporte masivo en Cartagena. “Nos parece que el gobierno nacional, como mayor accionista de este sistema de transporte, y con asiento en su Junta, debe, sin pensarlo mucho, proceder a intervenir urgentemente el Sistema hasta que el tiempo permita que se estabilice económicamente.”

Muchos fuimos los que pensamos que durante esta semana se resolvería el caos que ha generado Transcaribe en la movilidad de los cartageneros, pero, por el contrario, se ha complicado aún más.

No tienen por qué padecer los ciudadanos por causa de la mala administración y la mala estrategia financiera que le permita sostenibilidad financiera a este modelo de transporte masivo que cada cierto tiempo cae en la misma y repetitiva crisis en la prestación del servicio.

Para garantizar que Transcaribe preste un buen, oportuno y eficiente servicio, Mintransporte debe proceder con esta empresa de la misma manera como ha procedido con el mercado aéreo, intervenirlo con la finalidad de proteger a los usuarios que se han visto perjudicados por la masiva cancelación de vuelos de la compañía Viva Air.

“El caos es insostenible” Alvaro Morales de León

Esta nueva crisis de Transcaribe nos lleva a lo que siempre preocupó, a que nos quedáramos sin el tradicional transporte de buses y busetas y sin el transporte a través de Transcaribe.

El sistema parece insostenible, los conflictos entre el que recauda la venta de pasajes, el que transporta la recaudación, las empresas asociadas y la alcaldía parecieran no encontrar solución ni acuerdos. Cuando no es uno, es otro en conflicto, pero siempre están en disputas que afectan la prestación del servicio.

Los candidatos a la alcaldía de Cartagena conocen la problemática, pero si no hay un replanteamiento del modelo financiero que le permita tener sostenibilidad en el tiempo el problema se estará reciclando cada cierto tiempo, y probablemente, cada vez más grave y complicado.

Nos parece que el gobierno nacional, como mayor accionista de este sistema de transporte, y con asiento en su Junta, debe, sin pensarlo mucho, proceder a intervenir urgentemente el Sistema hasta que el tiempo permita que se estabilice económicamente.

El caos es insostenible, y además, tiene sus límites de aceptación por parte de los usuarios, los cuales, y ojalá me equivoque, pueden en cualquier momento levantarse por causa de las incomodidades, el malestar, la afectación y el perjuicio que les está produciendo el actual desbarajuste que se vive con Transcaribe.