La articulación entre el sector público y el sector privado a partir de los ministerios parece esclarecer el panorama de una Colombia que se enfrasca en una división muy marcada.
Asobancaria en su convención número 57, reunió en el panel llamado: “el agro como pilar fundamental para el desarrollo sostenible en Colombia”, con la intervención de la ministra de agricultura Jhenifer Mojica junto al presidente del Banco Agrario, Hernando Chica y el presidente de Bancolombia Juan Carlos Mora, plantea un escenario mejor estructurado para el desarrollo rural.
Tal como el ministerio de minas y energía declaró hace unas semanas, la necesidad de un sector privado en acción mancomunada con el estado para trazar la hoja de ruta en la transición energética, en esta ocasión los líderes bancarios y el ministerio de agricultura, se encargaron de enfatizar que, para mejorar el campo colombiano a tal punto de vislumbrarlo como un pilar económico sostenible, se debe garantizar el apoyo financiero para los campesinos del país.
Juan Lozano, quien moderó el conversatorio, señaló que era imprescindible hablar en “clave de oportunidades” al momento de considerar la gestión del apoyo para la productividad de la tierra, en especial teniendo en cuenta que actualmente, solo el 20% del sector agropecuario es cubierto por un crédito, tal como rectificó el presidente del Banco Agrario Hernando Chica.
Por esta razón es que las declaraciones de Juan Carlos Mora se resumen en la alusión de una política que respalde este desarrollo íntegro que se busca al momento de hablar de darle la oportunidad al sector agrícola en una dinámica más favorable.
Retos, garantías y riesgos
Desde el ministerio de agricultura y también a voz del mismo presidente de Bancolombia, se coincidió que brindar más oportunidades al campo era en sí más un riesgo que una garantía, un riesgo que afirman debe asumirse, tal cual como lo hacen los campesinos al momento de iniciar siembras o al criar ganado con una gran cantidad de factores en contra.
Más allá de los obstáculos identificados por el presidente del Banco Agrario en el proceso planteado, donde predominan la desconfianza de los campesinos para con las entidades financieras, la desinformación y los costos para solidificar redes estables y constantes, el reto más grande es conjuntar acciones contra los tres puntos anteriores y que resulten en incentivar la demanda de créditos.
En esta misma línea, con la estrategia del ministerio, los presidentes de Bancolombia y Banco Agrario coincidieron con la ministra Jhenifer Mojica en un mismo escenario, la creación de políticas favorables para los campesinos, el mercado agropecuario y la integridad de los procesos, donde la cadena de distribución no afecte las ganancias de los agricultores y donde las garantías de sus inversiones puedan ser arropadas por seguros en cuestiones climáticas, por ejemplo, iniciativas denominadas como riesgos que se debían asumir de una u otra forma.
Actos como los expuestos por el presidente de BBVA Mario Bayona y la presidente de Bancamia, Viviana Araque, al anunciar que como fruto de la alianza que mantienen, pondrían a disposición los 1.500 cajeros BBVA alrededor del país, por su alcance en los departamentos “y que de esta manera todos los clientes que son microempresarios vulnerables de Bancamía pueden hacer su transaccionalidad…”