“En casi todo el mundo, los debates por la masificación de la IA van a estar asociados a temas éticos y morales, a los controles que los gobiernos puedan hacer de algunas aplicaciones, a la información pública de los avances en campos de la ciencia, la tecnología, las comunicaciones” Raul Paniagua.
Se nos vino encima la Inteligencia Artificial (IA) y de pronto muchos no se han dado cuenta, otros lo saben, pero lo reciben como otro dato adicional de los avances de la ciencia y la tecnología, y unos cuantos más, tal vez la minoría, lo saben y comprenden sus potencialidades.
Lo particular es que hay un grupo aún más reducido, casi todas empresas de tecnología, que lo están utilizando ya y en múltiples formas. Sólo es ver la huelga de hace unos días de varios sindicatos de Hollywood, porque el uso creciente de la IA los está sacando del mercado, les está quitando el empleo y después de casi 65 años de no haber huelgas en este sector, se presentaron.
Es posible que en las próximas semanas veamos huelgas o protestas en otros sectores de la economía y en diversos países.
El debate no va a ser por el uso de la IA, sino por la permanencia o sobrevivencia de muchas personas en la actividad de la que vienen viviendo hace años, por la forma de prolongar algunos empleos que la IA está sacando y va a seguir sacando del mercado, o por algunas regulaciones desde los gobiernos por las garantías de derechos humanos que la IA puede violar, desconocer o simplemente eliminar.
En casi todo el mundo, los debates por la masificación de la IA van a estar asociados a temas éticos y morales, a los controles que los gobiernos puedan hacer de algunas aplicaciones, a la información pública de los avances en campos de la ciencia, la tecnología, las comunicaciones; en las formas de generar ingresos para los gobiernos por las actividades comerciales y de mercadeo que van a estar controladas por máquinas automáticas con su propia IA, pero también por los riesgos que significa para las sociedades en las formas de relacionarse y actuar sobre el presente y el futuro.
Dos simples ejemplos: lo que sucede con el calentamiento global y con la democracia en diversas naciones.
Nada raro que en nuestras próximas elecciones locales ya se esté utilizando la IA para asegurar unos votos.
Si las redes sociales fueron determinantes en las elecciones de octubre de 2019, ahora lo va a ser la IA, posiblemente apoyándose en las redes sociales o directamente en los teléfonos móviles, pues ya prácticamente todos los ciudadanos tienen acceso por lo menos a uno.
Quiero invitar a las universidades locales, a empresas e instituciones públicas y privadas, a gremios y a los gobiernos que tienen las capacidades humanas y técnicas de acceder al uso de la IA, para propiciar una reflexión y unas acciones sobre cómo aprovechar al máximo las potencialidades de esta nueva tecnología, para enfrentar algunos problemas o carencias que como sociedad tenemos.
Por ejemplo, en construir un mejor ciudadano, fortalecer una cultura del diálogo, de la cooperación, de la solidaridad; propiciar una formación pertinente, optimizar la ejecución de los recursos públicos para eliminar el hambre y la desnutrición, etc.
Estaré complacido si en los siguientes días me entero de que alguna entidad toma la iniciativa en este campo.