Asobancaria y la Fundación Saldarriaga Concha en una alianza estratégica se han unido para presentar el proyecto “Abriendo Puertas: Hacia un mundo sin barreras”, que busca promover la inclusión de personas mayores de 60 años y personas con discapacidad en el sector financiero.
“Para la banca colombiana es muy importante seguir acercándose a las poblaciones históricamente subatendidas y es por eso por lo que nos unimos con la Fundación Saldarriaga Concha para poder establecer y trabajar en las condiciones necesarias para derrumbar las barreras que dificultan el acceso a productos y servicios financieros a las personas mayores de 60 años y a las personas con discapacidad”, sostuvo Valentina Ochoa, directora del Laboratorio de Innovación Social de Asobancaria.
El proyecto esta centrado en la importancia de mejorar la experiencia financiera de las personas mayores y las personas con discapacidad, así como de la relevancia del proyecto Abriendo Puertas para el sector financiero.
Con una inversión conjunta de más de $200 millones de pesos, este proyecto tiene como objetivo mejorar la experiencia de usuario de estos dos grupos poblacionales en tres canales de atención de los servicios financieros: digital, telefónico y presencial. Para ello, a través de una investigación documental y de usuarios, se harán recomendaciones y acompañarán a las entidades participantes a adquirir conocimientos sobre accesibilidad digital y experiencia de usuario.
Cabe mencionar que el envejecimiento acelerado es una realidad mundial que no es ajena a Colombia: en 2021 el 14% de la población colombiana tenía más de 60 años, cifra que se según las proyecciones aumentará al 23% para el año 2050. Por otro lado, según el Banco Mundial, aproximadamente el 15% de la población mundial (mil millones de personas), enfrentan algún tipo de discapacidad, siendo más común en los países en desarrollo.
Estos dos grupos poblacionales históricamente han tenido un limitado acceso tanto a los productos y servicios financieros, como a sus estructuras organizacionales; por este motivo, fueron priorizados en el marco del Protocolo Social del sector financiero que le apuesta a la diversidad, equidad e inclusión. Por ejemplo, según el informe de Banca de las Oportunidades de 2022, las personas mayores de 60 años son el grupo con menor acceso y uso de productos financieros en Colombia, con cifras de 86,3% y 58,43%, en comparación con la total nacional de 92,3 % y 72,2 %, respectivamente. En el caso de las personas con discapacidad, ni siquiera se cuenta con información relacionada al uso y acceso de este tipo de productos.
Esperanza de vida en Colombia.
Un informe publicado por el Dane, afirmaba para el 2020 Colombia tendrá 50.912.429 habitantes (hoy hay 45.508.205); de esa población, 39,2 millones estará en las zonas urbanas (hoy 34,3 millones), mientras que 11,6 millones (hoy, 11,1 millones) vivirá en áreas rurales.
Sostiene el Dane que para el año 1985 la tasa de fecundidad (número de hijos por mujer) era de 3,3; para el quinquenio 2005-2010 es 2,4 y para el 2020 será de 2,3. La tasa de mortalidad infantil, indicador que mide las muertes de menores de un año por cada mil nacidos vivos, para 2010 es de 19,9 y se espera que para el 2020 sea de 15,1.
La esperanza de vida (que corresponde al número promedio de años que viviría una persona, siempre y cuando se mantengan las tendencias de mortalidad existentes en un determinado período), es de 74 años; las mujeres viven, en promedio, 6,8 años más que los hombres.
En el mundo, en promedio este indicador es 66,7 años (en 2005) y existen diferencias significativas entre las distintas zonas del planeta. En Europa y América del Norte, por ejemplo, está estimada en 73 años, mientras que en Latinoamérica es de 70 años; en Asia, de 61 años y en África de 55 años.
Japón es el país con la mayor expectativa de esperanza de vida en el planeta (82 años) mientras que en Latinoamérica, la mayor esperanza de vida la presenta Cuba, con 78 años. El menor promedio lo tiene Bolivia, con 65 años.
“Para la banca colombiana es muy importante seguir acercándose a las poblaciones históricamente subatendidas y es por eso por lo que nos unimos con la Fundación Saldarriaga Concha para poder establecer y trabajar en las condiciones necesarias para derrumbar las barreras que dificultan el acceso a productos y servicios financieros a las personas mayores de 60 años y a las personas con discapacidad”, explicó Valentina Ochoa, directora del Laboratorio de Innovación Social de Asobancaria.