En su columna de hoy, Raúl Paniagua resalta lo importante que es entender los retos que actualmente tiene la gestión de territorio, especialmente en Cartagena de Indias, la ciudad tiene varios proyectos de considerable escala en proceso, por lo que es menester atender a las posibles gestiones que los candidatos a alcaldía y gobernación puedan dar a estos proyectos en el marco de la conservación y la sostenibilidad.
Este es un concepto relativamente nuevo, pues tenemos pocos años de haberse consolidado y convertido en un instrumento poderoso para pensar, planear y actuar para el futuro, ya que se ha fortalecido como una herramienta fundamental para hacer viable la relación entre la conservación de los recursos y el desarrollo. Lo que hay detrás de la gestión del territorio tiene que ver con la armonización y convergencia de diferentes dimensiones de una ciudad entendida como un territorio dinámico, en la cual se tienen que relacionar, dialogar y converger hacia metas compartidas aspectos como los recursos físicos, los componentes sociales y culturales, las actividades económicas, los elementos bióticos, bajo la dimensión legal.
La gestión del territorio cobra cada vez más retos y campos de acción, pues desde la perspectiva de la conservación y la sostenibilidad debe orientar los usos de las aguas, el aire, los suelos y el mejor aprovechamiento posible de los recursos ambientales, paisajísticos y naturales, y desde el concepto del desarrollo debe garantizar a las actuales y futuras generaciones el acceso a los bienes que propicie las mejores condiciones de vida. Para responder a esta compleja relación se requiere no solo la información, sino la formación de profesionales competentes, pero en especial un elevado grado de cohesión, relacionamiento y diálogo interinstitucional, que le permita al Estado, en sus diferentes instancias, responder a los retos del presente y en especial del futuro.
En Cartagena tenemos unos retos dados por espacios, recursos y ambientes frágiles, desconectados de un enfoque integral y con una muy débil gestión desde la administración. ¿Sabemos cuáles van a ser los impactos ambientales, sociales y económicos de proyectos como el futuro aeropuerto en Bayunca, del proyecto del canal del Dique?, ¿de la expansión hotelera en Tierrabomba y Barú?, ¿del desarrollo urbanístico y turístico en la zona norte?, ¿de los diferentes proyectos que se deberán acometer en los próximos años para la bahía, la Ciénaga de la Virgen y el Cerro de La Popa? Para no hablar por ahora de los canales pluviales y de las cuencas hidrográficas.
Esperamos tener dentro de poco tiempo herramientas como el POT, así como el PEMP, tanto del Centro Histórico, como del paisaje cultural de la bahía, para ver si como sociedad somos capaces de dialogar en función de hacer del territorio, incluyendo especialmente los recursos de mar, ciénagas y canales, un capital que nos permita ofrecer a los cartageneros un mejor horizonte de futuro.
Este es otro tema en el cual esperamos escuchar a los candidatos a la Alcaldía y al Concejo, pues en sus manos estará la conducción de la ciudad en los siguientes años, y de su conocimiento y comprensión de lo que significa la gestión del territorio estará la suerte de crecer como una ciudad moderna o seguir viéndonos como un pueblo grande, lleno de personas incapaces de pensar en el mediano y largo plazo.
Raúl Paniagua, es sociólogo, con varias especializaciones, una de ellas en Turismo, en Viterbo, Italia, con una maestría en Desarrollo Social. Docente universitario y consultor en temas sociales y de turismo.