Los días de independencia se han constituido como un símbolo de la constitución de los estados poscoloniales. La estructuración de los discursos nacionalistas fue la forma que encontraron los Estados para cohesionar sus poblaciones durante el siglo XIX.
El 20 de julio es el día que simboliza la independencia de Colombia de la colonización española, por lo que esta fecha es la celebración patriótica más importante del país. Aunque se piensa que este fue el inicio de la campaña independentista, la verdad es que es parte de un proceso que empezó a finales del siglo XVIII y finalizó con la disolución de la Gran Colombia en 1830.
En 1808, con la usurpación del trono del rey Fernando VII por parte del imperio napoleónico y el vacío de poder que esto generó en las colonias latinoamericanas, empezó a aflorar en los criollos un sentimiento de autogobierno que se radicalizó cuando las Cortes de Cadiz no reconocieron esa autonomía. Más adelante, con la revolución de 1909 -que concluyó con la declaración de Quito como provincia autónoma-, se fomentó un sentimiento independentista en las otras colonias que se materializó con el llamamiento a cabildos abiertos, la conformación de juntas de gobierno y la proclamación de la autonomía de las provincias. La primera ciudad que declaró su autonomía en este proceso fue Cartagena, el 22 de mayo de 1810; a lo que siguió Cali el 3 de julio y El Socorro el 10 de Julio, para terminar con el famoso 20 de julio. (Universidad Nacional, 2010).
A partir de 1830, cuando la Gran Colombia fue disuelta, y las fronteras físicas de lo que hoy es el mapa político del norte de Suramérica se empezó a consolidar, casi como lo conocemos hoy en día, Colombia inició su labor de creación de íconos nacionalistas, entre estos la designación del 20 de Julio como día de la independencia nacional.
Los días de independencia se han constituido como un símbolo de la constitución de los estados poscoloniales. La estructuración de los discursos nacionalistas fue la forma que encontraron los Estados para cohesionar sus poblaciones durante el siglo XIX, siendo la celebración del día la independencia uno de sus más importantes eventos dentro de esta estrategia nacionalista.
Con el cumplimiento de los 200 años de independencia de casi la totalidad de las naciones que alguna vez fueron colonias españolas, portuguesas o inglesas, se abrió la posibilidad de reconstruir parte de los acontecimientos que envolvieron estas jornadas independentistas a lo largo del continente americano.
Esta reconstrucción de la memoria histórica permitió ver nuevas facetas de los movimientos independentistas, como por ejemplo su carácter continental, el cual reunió a varios criollos de las distintas colonias y permitió una organización regional que hizo posible la espiral independentista que se gestó en el Continente.
De igual forma, esta reconstrucción permitió ver la importancia que tuvo para el desarrollo temprano de la república las poblaciones que antes habían sido reducidas a papeles secundarios en la historia de los primeros años de la nación. La historia oficial que se contó durante el siglo XIX y gran parte del siglo XX, hacía ver los primeros años de la república como un proceso protagonizado por los criollos blancos e ilustrados que hicieron posible la construcción de los cimientos de nuestro país.
Sin embargo, se ha logrado empezar a reescribir una nueva historia en el marco de la conmemoración de los 200 años de independencia, la cual cuenta que, aunque no se desconocen las iniquidades raciales que le dieron a los blancos mayores oportunidades para llevar a cabo sus proyectos de vida, sí se reconoce la importancia del mestizaje en la creación de lo que hoy es la riqueza cultural de Colombia, al igual que muestra como las poblaciones afrodescendientes e indígenas, así como las mujeres, hicieron importantes aportes al desarrollo económico, político, social y cultural de nuestro país.
Información Ministerio de Cultura