- Esta tradición Católica impulsa la economía a través de la compra de velas y sus insumos, logrando que las familias y pequeños negocios obtengas entradas económicas
El Día de las Velitas en Colombia es la primera fecha esperada para dar inicio a las celebraciones navideñas. Esta tradición, profundamente arraigada en la cultura colombiana, ha cobrado fuerza con el paso de los años, su principal origen está basado en la creencia católica de venerar a la Santísima Virgen María bajo la advocación de la Inmaculada Concepción, cuya celebración es el 8 de diciembre.
Sin embargo, muchas personas, ajenas al significado religioso de esta festividad, encienden velas simplemente para disfrutar de un momento especial o por costumbre familiar. Pero, lo que sí es común entre creyentes y no creyentes es el impacto económico de la celebración, evidenciado en la compra de velas y los insumos necesarios para fabricarlas.
Un ejemplo del espíritu emprendedor que esta tradición inspira es Melissa Ledesma, una joven de 16 años, quien en busca de emprender, decidió fabricar velas decorativas diseñadas para pequeños espacios en los hogares. Sus productos, personalizados al gusto del cliente, destacan por sus formas únicas y aromas adaptados a las preferencias individuales.
Su emprendimiento fue presentado en la feria empresarial escolar, donde logró una buena acogida por parte de los asistentes, por lo cual tuvo que crear su marca que tomó por nombre “Ocaso” su producto no sólo se convirtieron en un elemento decorativo para los hogares, sino también en recordatorios para eventos como fiestas y bautizos.
La alta demanda llevó a Ledesma a quedarse sin insumos, lo que la obligó a realizar nuevos pedidos de materiales. Aunque los suministros tardaron en llegar, logró, con la ayuda de su madre, producir la cantidad necesaria a tiempo para el Día de las Velitas, las velas de esta temporada eran llamadas “Las velitas de los deseos”
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Melissa afirma que este emprendimiento no solo le ha enseñado el proceso de fabricación de velas, sino también a comprender el flujo económico de su negocio: desde los gastos y las ganancias hasta estar preparada para evitar posibles pérdidas, aunque aún no las ha experimentado.
“Las velas han encendido mi espíritu emprendedor”, concluyó Melissa con una sonrisa, reflejando el impacto positivo que su iniciativa ha tenido en su vida y en la de quienes disfrutan de sus creaciones.