Tras varios años, el costo del hidrógeno ha crecido hasta el punto de poner en duda su adopción. La falta de proyectos es otro problema. Rafael Scott, socio de la consultora energética McKinsey, lo explica.
Durante la Segunda Edición del Congreso de Hidrógeno y Eficiencia energética, desarrollado por la Asociación Nacional de Industriales, ANDI, uno de los primeros temas que se tuvo en cuenta fue una perspectiva energética global. Esta, centrada en el desarrollo del Hidrógeno como combustible limpio.
A lo largo de la conferencia, ejecutada en Auditorio Getsemaní del Centro de Convenciones Julio César Turbay de Cartagena de Indias, el miembro de McKinsey expresó varios puntos a tener en cuenta. Entre ellos, la perspectiva global del uso y desarrollo del Hidrógeno en el planeta; y cómo este puede desarrollarse en Colombia ante distintos desafíos.
En cuanto a la perspectiva global, la principal ventaja tiene que ver con el desarrollo de miles de proyectos alrededor de esta alternativa. Un punto importante si se tiene en cuenta que, para Scott, “es bien importante el efecto de un ecosistema”.
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Y es que, de acuerdo a la Agencia Internacional de Energía, en su base de datos de proyectos de producción de Hidrógeno 2023, existen 2000 proyectos de producción de hidrógeno con bajas emisiones alrededor del planeta. Sin embargo, la falta de certeza en este sector ha llevado a muchos de ellos a su cancelación.
Por esta razón, no solo se pronostican vientos a favor de la industria del Hidrógeno, también existen contras. Entre ellas están, no solo la falta de certeza o la incertidumbre respecto a la regulación de su uso. Sino que también los costos de desarrollo han incrementado en los últimos años, muy a pesar de que entidades como el Concejo del Hidrógeno, estiman que su precio se reduzca para la década de 2030.
¿Y Colombia?
En el caso de Colombia, de acuerdo a Scott, falta inversión que ayude a dar testimonio de que se puede producir hidrógeno.
Sin embargo, si bien esto se contrasta con el hecho de que Colombia ha establecido una hoja de ruta del Hidrógeno en el país — donde, entre otras cosas, se expresa que uno de los puntos a desarrollar concierne a la tecnología en captura y almacenamiento de compuestos como el Dióxido de Carbono — lo cierto es que el país cuenta con deficiencias de infraestructura de conexión entre regiones y poco soporte financiero a poca escala.
Con este panorama, si bien existen retos, corporaciones como la Asociación de Hidrógeno de Colombia estima inversiones superiores a los 5 billones de dólares para 2030. Y no solo eso, sino que Colombia sea capaz de explotar su potencial de exportación; no solo a través de la inversión, sino a partir del impulso y desarrollo de políticas públicas respecto a su implementación.
El Segundo Congreso de Hidrógeno y Eficiencia Energética se extenderá hasta el día de mañana, en una jornada que se extenderá entre las ocho de la mañana y las cinco y diez de la tarde.