La situación se complica aún más, ya que los recursos del próximo año no solo dependen del presupuesto, sino también de la Ley de Financiamiento. Este aspecto es crucial, dado que el presupuesto presentado por el Gobierno enfrenta un déficit de $12 billones, lo que llevó a la presentación de una Ley de Financiamiento por separado.
El debate del Presupuesto 2025 en el Congreso se disolvió por falta de quórum, dejando el proyecto en un estado incierto. La falta de consenso en las comisiones económicas ha llevado al Gobierno a considerar la aprobación del presupuesto a través de un decreto presidencial, mientras que la Ley de Financiamiento se convierte en un tema crucial para cubrir un déficit de $12 billones.
El debate del Presupuesto 2025, terminó abruptamente debido a la falta de quórum, lo que puso de manifiesto las profundas divisiones políticas que han caracterizado la discusión desde su inicio. Desde antes de comenzar la sesión, se anticipaba que la aprobación del presupuesto sería un desafío monumental, y los acontecimientos confirmaron las peores expectativas.
El proyecto de presupuesto quedó estancado en las comisiones económicas de la Cámara y el Senado, donde la falta de un acuerdo unánime se convirtió en el principal obstáculo. En particular, el Senado se convirtió en el epicentro de la controversia, donde las diferencias políticas se hicieron más evidentes. A pesar de los esfuerzos del Gobierno por avanzar en el trámite, la falta de consenso en las cuatro comisiones económicas impidió que el presupuesto avanzara.
La discusión sobre el monto del presupuesto fue el primer gran hito del proyecto, y su debate no logró llegar a un acuerdo satisfactorio. El Gobierno, ante la falta de unanimidad, decidió seguir adelante con el trámite, argumentando que el monto no había sido rechazado de manera unánime. Sin embargo, esta decisión ha generado críticas y desconfianza entre los diferentes sectores políticos.
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Según la Constitución y la Ley de Presupuesto, el siguiente paso para el Gobierno será la aprobación del presupuesto a través de un decreto presidencial. Esto significa que tanto el monto como la distribución de los recursos seguirán la ruta original presentada ante el Congreso, en lugar de la propuesta que se discutió en la fallida sesión de este martes.
La situación se complica aún más, ya que los recursos del próximo año no solo dependen del presupuesto, sino también de la Ley de Financiamiento. Este aspecto es crucial, dado que el presupuesto presentado por el Gobierno enfrenta un déficit de $12 billones, lo que llevó a la presentación de una Ley de Financiamiento por separado. Esta ley, que se asemeja a una reforma tributaria, está diseñada específicamente para cubrir el déficit del presupuesto.
El proceso de “cuadre de caja” para el año 2025 se convierte así en un ejercicio de dos actos: el presupuesto y la ley de financiamiento, que aunque están interrelacionados, seguirán trámites y tiempos de aprobación distintos. Esta dualidad podría generar aún más tensiones en el Congreso, donde las divisiones políticas son cada vez más evidentes.
**Fuentes Complementarias:**
1. **Ministerio de Hacienda:** Análisis sobre la situación fiscal del país y la necesidad de una Ley de Financiamiento para el próximo año.
2. **Centro de Estudios Económicos:** Reporte sobre el impacto de la falta de aprobación del presupuesto en la economía nacional.
3. **Revista de Política Económica:** Artículo sobre la historia de crisis presupuestarias en el país y sus repercusiones en la gobernabilidad.
4. **Diario Financiero:** Opiniones de expertos sobre las implicaciones de la aprobación del presupuesto a través de un decreto presidencial.
De acuerdo con William Reyes, asesor de gasto público del Observatorio Fiscal de la U. Javeriana, el decreto que emitirá el Gobierno (lo puede hacer después del 20 de octubre) “tiene que salir como fue presentado para primer debate. Es como si el Congreso no tuviera incidencia, porque igual saldrá con el monto inicial. El asunto es que quedaría en la práctica en $511 billones, si no aprueban la Ley de Financiamiento, porque esas medidas no se pueden sacar por decreto”, sostiene la publicación de El Espectador.
“Sin embargo, el presidente del Senado, Efraín Cepeda, por su parte, argumenta que el decreto ni siquiera podría emitirse por $523 billones, sino por $511 billones, ya que los $12 billones que provendrían de la Ley de Financiamiento no tienen respaldo, lo cual iría en contra de lo que establece la ley”.
La crisis en el Congreso en torno al Presupuesto 2025 refleja no solo la fragmentación política actual, sino también la complejidad de la gestión fiscal en un contexto de creciente incertidumbre económica. La aprobación del presupuesto y la Ley de Financiamiento se presentan como tareas críticas que el Gobierno deberá enfrentar en los próximos meses para evitar un impacto negativo en la economía y en los servicios públicos.
Informaci{on con base en publicación de El Espectador