El Icon of the Seas, el crucero más grande jamás construido, partió de Miami en un viaje inaugural lleno de expectativas. Con 20 cubiertas y lujosas instalaciones, el barco ofrece una experiencia sin igualz para sus pasajeros. Sin embargo, su partida no está exenta de controversias debido a las preocupaciones sobre sus emisiones de metano.

Los Ambientalistas han alertado  sobre  posibles riesgos, aunque  el crucero está propulsado por gas natural licuado hay preocupación por las posibles emisiones de gas metano nocivo. Aunque el gas natural es considerado una alternativa más limpia que el combustible diésel, la liberación de metano durante la producción y el transporte sigue siendo motivo de preocupación para el medio ambiente.

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 Royal Caribbean, propietaria del Icon of the Seas, ha destacado su compromiso con la sostenibilidad y la reducción de emisiones. La compañía ha invertido en tecnologías más limpias y eficientes en sus buques, incluyendo el uso de gas natural como combustible. Sin embargo, los críticos argumentan que se necesita una mayor vigilancia y regulación para garantizar que las operaciones de los cruceros no causen daños ambientales significativos.

Este  viaje inaugural del Icon of the Seas desde Miami marca un hito en la industria de cruceros.  A medida que la industria marítima busca adoptar prácticas más sostenibles, es fundamental abordar las preocupaciones sobre las emisiones de gases de efecto invernadero y trabajar hacia soluciones que protejan tanto el medio ambiente como la experiencia de viaje de los pasajeros.