Cartagena recibe la sexta edición de la Cumbre del Petróleo, Gas y Energía, luego de que la Unión Sindical Obrera diera una advertencia sobre la idea de una disminución de la inversión, pasando de 4.500 millones de dólares a 2.500 millones de dólares.
La USO aseguró que la decisión “tiene una fuerte incidencia en las finanzas públicas, porque Ecopetrol aporta en promedio 20 billones de pesos anuales para el financiamiento del estado entre dividendos, impuestos y regalías que paga a la Nación”.
Además, aseveran que se podría elevar el riesgo de desabastecimiento, lo que vulnera la seguridad energética del país.
Ante este panorama, el presidente de Ecopetrol, Ricardo Roa, explicó durante la cumbre que se han planteado dos posibles escenarios que no se han llevado a consideración en la Junta.
“El primer escenario es uno básico, que incorpora inversiones por el orden de los 3.5 billones para tener 720.000 barriles diarios equivalentes de producción, pero el escenario alto nos vuelve a poner en la meta de producción de este año, para estar cerca de los 730.000 barriles equivalentes día y en una meta de inversión de 4.2 billones de dólares”, indicó Roa.
Junto con la seguridad, uno de los temas que convoca a los líderes del sector es la transición energética. En ese contexto el ministro de Minas y Energía, Andrés Camacho, señaló que “la seguridad energética es fundamental para la transición, por ello resaltamos la importancia del diálogo y la colaboración para que esta se logre de manera gradual, planeada y ordenada. Es fundamental trabajar en conjunto para transformar el territorio y avanzar hacia una sociedad más sostenible”.
Mencionó que actualmente la responsabilidad va más allá del aporte económico, de seguridad energética y de soberanía, “hoy tenemos la necesidad de apalancar el desarrollo de otros segmentos de la economía de la agricultura de la red industrialización del país que nos permitan ir avanzando” sostuvo el ministro.
En materia de seguridad y transición una de las preocupaciones que sale a colación es la pobreza energética, que se refiere a la incapacidad de un hogar para alcanzar lo necesario de servicios domésticos de energía.
El índice multidimensional de pobreza energética muestra que 18,5% de las personas en el país son pobres energéticos, es decir, 9,6 millones de colombianos. Todavía un 9,7% de las personas cocinan con leña, carbón y desechos, lo que significa que aún hay muchos desafíos en materia de acceso y equidad de la energía.
Durante la instalación, Nelson Castañeda, presidente ejecutivo de Campetrol, resaltó que “la industria de hidrocarburos es esencial para cerrar brechas sociales y mejorar el bienestar de los colombianos. El país debe aumentar la producción y reservas de hidrocarburos aprovechando los altos precios del petróleo, mejorando su competitividad y atrayendo inversiones”.
La importancia y lo que genera expectativas en este sector radica en su contribución a la economía del país, por ejemplo, según los datos registrados en la Balanza Cambiaria del Banco de la República, en los primeros seis meses de este año, el sector minero energético capturó un 83,5% de la inversión extranjera directa, alcanzando un total de $6.284 millones.